25 octubre 2021

Manipulación y deep fake destruyen la confianza

¿Cómo es posible que los Guardianes de la libertad de expresión no detecten la actual manipulación de la información considerando el avance de la tecnología?

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Para Craig Silverman, reportero de la agencia de noticias independiente ProPublica, quien cubre plataformas digitales, desinformación y manipulación en línea, existen 2 motivos consistentes para la no detección que escalan a nivel global: 

  1. poco dinero en las salas de redacción para invertir en personas y equipos detectores, y
  2. desarrollo de productos tecnológicos desapercibidos debido a los bots.

En efecto, a pesar de las tecnologías disponibles para detectarlos se han desarrollado robots más sofisticados probablemente diseñados para derrotar a otros sistemas. El proyecto Botometer es un Observatorio de Redes Sociales del Network Science Institute de la Universidad de Indiana que comprueba la actividad de una cuenta de Twitter y le da una puntuación alta por manipulación, por ejemplo.

La percepción ciudadana de América Latina frente a los medios sociales y la participación política, medida por el observatorio Latinbarómetro en el año 2020, deja las siguientes tres generalizaciones: a) las redes no sirven para participar en política (estiman 40 ciudadanos en promedio); b) las redes permiten participar en política (piensan 22 latinoamericanos, promedio) y c) las redes crean la ilusión de participar en política (visión de 21 latinoamericanos, promedio).

Otro tema trascendente que sobrepasa a las campañas de desinformación en plataformas de medios sociales es la disminución de la confianza en las instituciones y entre las personas. Latinbarómetro también la midió y sus resultados para el mismo año 2020 concluyen que hay mucha confianza en la ciudadanía encuestada frente a la Iglesia (61 personas de cien así responde) y algo de confianza ante los Partidos Políticos (13 personas de cien la tienen). Sin embargo, desde el año 1996, la confianza interpersonal ha venido en caída pues, para entonces, 22 personas la tenían y para el año 2020 solo doce mantenían algo de confianza en su semejante.

Quizá estos bajos valores son consecuencia de la “profesionalización en las operaciones de manipulación y desinformación en los medios” ya que existen empresas en Filipinas, India y otros lugares que venden paquetes especializados, según cita Sunaina Kumar, investigadora del Observer Research Foundation, a Silverman. En aquel diálogo, el reportero profundizó el concepto 'manipulación de la información' afirmando que “nada se comprende en cuanto a la cantidad de personas expuestas a la información engañosa y frente al origen de esos mensajes.”

Con el periodismo ya no se decide

Emily Bell, profesora británica de práctica profesional en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia y directora del Centro Tow para Periodismo Digital, escribe que “las plataformas tecnológicas se vieron obligadas a reconocer su papel durante la mortífera insurrección al Capitolio norteamericano en enero de 2021 debido al "envenenamiento de la atmósfera mediática", pues fueron principales distribuidores de noticias digitales y fuentes de falsa información.” En efecto, tardíamente, Facebook prohibió la cuenta del entonces presidente por incitar a la violencia; Twitter inicialmente marcó sus mentiras incendiarias y luego eliminó algunas de sus publicaciones hasta que finalmente suspendió la cuenta. Parler, una red social popular entre los extremistas de derecha en EE. UU., cerró los servicios de alojamiento web después de ese 6 de enero. Y mientras tanto, los medios masivos se acorralaron por ese poder extraordinario de las plataformas tecnológicas que acoge cualquier historia bajo la definición más vaga posible del rol periodista.

Estas mismas plataformas, desde 1996, anunciaron la noticia de moderar el contenido y verificar los hechos así que los medios masivos lo propagaron al prometer aumentos en la exposición de alta calidad en las historias y eliminación de cualquier información engañosa o errónea. Louis Gordon Crovitz, ejecutivo estadounidense de medios y asesor de empresas de medios y tecnología, quien califica a las fuentes de noticias en función de su credibilidad, dejó ver su frustración por la falta de transparencia de estas tecnológicas pero sobre todo por el problema fundamental de la comprensión de los conceptos centrales fundacionales del periodismo.

Todo sistema de información digital consideraría la gestión de las taxonomías para desarrollar algoritmos de recomendación frente a las noticias personalizadas y los productos de actualidad, sostiene Jennifer Grygiel, profesora de comunicaciones en la Universidad de Syracuse. Ella jugó un papel decisivo ante esa identificación y presionó a las plataformas de medios sociales para que etiquetaran a los medios de comunicación controlados por el estado, como Russia Today y China’s People's Daily. Sin embargo, hay otros como BBC, Voice of America... Tampoco esta iniciativa dejó resultados satisfactorios pues Facebook solo exhibe una etiqueta del Russia Today en la cual advierte “Medio de comunicación de Rusia controlado por el estado”.

En el libro Silicon Values: The Future of Free Speech Under Surveillance Capitalism, de Jillian York, se lee esta preocupación: “es como si tuviéramos muchas discusiones intensas sobre el tema de quién es periodista”. Una contribución puede ser la herramienta de análisis al contenido de código abierto que tiene como objetivo mapear la cobertura de los medios de comunicación en los eventos actuales a través de 5 funciones básicas: a) definición de medios, b) rastreo, c) extracción del texto, d) vectorización de palabras y e) análisis. Mediacloud ha intentado enfrentar los medios nativos digitales contra los medios nativos analógicos sin mucha utilidad. También probó con sitios web de izquierda, centro izquierda, centro, centro derecha y derecha, que fue muy útil y cuyos resultados demostraron a los investigadores que los sitios de derecha estaban creando un bucle de retroalimentación de propaganda mientras presentaban sus ‘noticias’.

Tecnología deep fake

Impera y es, por tanto, peligro global de manipulación de la información al estar causando amenazas y pérdidas masivas de la confianza. Dicha tecnología consiste en propagar contenido de falsedad profunda, especialmente en video y en audio, con el propósito de enfrentar a la democracia. En consecuencia, será un deber asumir este momento más que en serio para pensar. ¿Cómo renovar la certidumbre en los sistemas e instituciones democráticas? Silverman añade que hay que responder acertadamente, ¿cómo usar los medios sociales para el beneficio y no para el engaño?

La falsedad profunda en los contenidos públicos supera la participación política ciudadana. Consiste en dejar de creer en el entorno inmediato lo que arruina la confianza. Fundamenta mayor compromiso para compartir los prejuicios humanos innatos. De seguir al paso que corremos y no querer ver el camino, se sumarán muchos más actores sociales para usar el ecosistema digital con fines de publicitar información engañosa o recopilar los datos personales para generar desconfianza global.

Como ciudadano espero confiabilidad del sistema humano pero primero tengo que despertar mi consciencia, que somos constituyentes del sistema social y de quien debemos esperar información confiable es de nosotros mismos. Luego viene el resto de los demás actores. Por tanto, es importante considerar ¿qué estoy amplificando al compartir un retuiteo?